Taller Internacional “Territorios Indígenas y Educación Superior: Avances y desafíos” analizó diversas experiencias de formación superior en América Latina
El 4 de Junio se realizó en Quito -Ecuador, el Taller Internacional “Territorios Indígenas y Educación Superior: Avances y desafíos”, organizado por Fundación Equitas y Rimisp. Durante la jornada, se presentaron diversas experiencias que vinculan la formación superior con los territorios indígenas en América Latina, propiciando un fructífero debate entre los asistentes.
En la jornada se hizo entrega del volúmen 10 de la Revista ISEES - Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior-, como reconocimiento a cada uno/a de los/as participantes del taller.
Tanto las presentaciones escritas como los debates del taller serán compilados y publicados próximamente en un libro.
Inauguración del taller
La sesión de inauguración contó con la participación de Pamela Díaz-Romero y Claudia Serrano, directoras ejecutivas de Fundación Equitas y Rimisp, respectivamente, y de Luis Fernando Sarango, rector de la Universidad de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas del Ecuador Amawtay Wasi.
En las palabras de bienvenida, Pamela Díaz-Romero, directora de Fundación Equitas,destacó que han sido las organizaciones indígenas y sobretodo los jóvenes indígenas universitarios quienes han demandado mayor pertinencia de las instituciones de educación superior (IES) para que estas mejoren sus prácticas y se adapten a los requerimientos de las comunidades y territorios. Además, indicó que sólo el diálogo simétrico entre el mundo indígena y las IES, bajo el marco de la interculturalidad y del reconocimiento de los derechos indígenas, permitirá generar cambios profundos en los sistemas universitarios de la región.
En la misma línea, Claudia Serrano, directora de Rimisp, recalcó que los países de la región deben adoptar medidas para que los sistemas universitarios cuenten con mayor pertinencia étnica para acoger a los estudiantes indígenas.
Por su parte, Luis Fernando Sarango, de la Universidad Amawtay Wasi, subrayó la necesidad de que los estados latinoamericanos reconozcan los proyectos educativos gestados y gestionados por las organizaciones indígenas, como la institución que lidera, bajo la premisa de que sólo así se avanzará hacia la efectiva concreción de derechos de los pueblos indígenas estipulados en las constituciones nacionales y el derecho internacional.
Primer panel: “Educación superior y pueblos indígenas en América Latina”
Marina Arratia, de Fundación PROEIB ANDES (Bolivia) y Ariruma Kowi, investigador de la Universidad Andina Simón Bolivar (Ecuador) animaron el primer panel del taller.
Marina Arratia expuso el trabajo titulado “Pluralismo epistémico en la Universidad indígena guaraní y los pueblos de tierras bajas”, en el que analizó el conjunto de tensiones en curso relacionadas con la implementación de algunas carreras de dicha universidad. Para la investigadora, el caso de la carrera de Ingeniería Petrolera ejemplifica la tensión entre dos modelos epistémicos: el propiamente indígena, que defiende el vínculo intrínseco entre pueblos y naturaleza-hábitat, y el modelo desarrollista, que concibe a la naturaleza como un bien comercializable, el que en muchos puntos se contrapone a la episteme indígena.
Ariruma Kowi, investigador de la Universidad Andina Simón Bolivar, analizó los recorridos históricos y conceptuales que permiten la comprensión de la situación actual de los territorios indígenas del Ecuador. Para Kowi, comprender la territorialidad indígena exige entender la construcción histórica de sus matrices culturales, y también los innumerables intentos de la institucionalidad colonial por suprimir el modo de vida de los pueblos prehispánicos. El continuo proceso de desplazamiento de los pueblos conlleva a una situación actual en el que el territorio ocupado no es necesariamente el histórico, hecho que sin dudas repercute en los debates sobre autodeterminación indígena. Finalmente, el investigador destacó que los sistemas educativos deben tomar en cuenta las nuevas realidades territoriales de los pueblos indígenas y los conocimientos indígenas que les serán fundamentales para su superviviencia.
Segundo panel: Experiencias relevantes sobre educación superior y territorios indígenas
El segundo panel contó con la participación de Jorge Gasché, investigador del Instituto de investigaciones de la Amazonía Peruana- IIAP, Gabriela Bernal, de la Fundación de Culturas Indígenas Kawsay, y Graciela Bolaños, representante del Consejo regional indígena del Valle del Cauca – CRIC- y de la Universidad Autónoma Indígena Intercultural – UAIIN, Colombia.
Jorge Gasché, del IIAP, reflexionó sobre las fortalezas y debilidades de algunos programas de formación de profesores indígenas en Perú, México y Brasil. Para Gasché, estos programas se fortalecen cuando procuran la articulación entre conocimientos indígenas y científicos, pero fundamentalmente cuando ayudan a problematizar y trabajar las tensiones y ambivalencias de las identidades de sus estudiantes indígenas. Esto, según el investigador, requiere de un conocimiento profundo de las prácticas y valores de los pueblos indígenas, tarea que debe realizarse con las comunidades y no a pesar de ellas. Finalmente, resaltó que todo proceso de formación de profesores indígenas debe explicitar su proyecto político, en tanto que debe que realizar esfuerzos para relativizar el poder de la pedagogía occidental y contribuir a revalorizar los conocimientos y las prácticas indígenas.
La investigadora Gabriela Bernal, presentó la experiencia del curso de pedagogía intercultural impartido por la Fundación Culturas indígenas Kawsay, junto con la Universidad de Linköping, Suecia. Para Bernal, los primeros años del proyecto permitieron formar estudiantes críticos, capaces de investigar y actuar en sus propias comunidades de referencia. No obstante, la sobrevaloración de la certificación académica, otorgada por una universidad extranjera, impactó negativamente en los procesos de formación, despolitizando el debate frente a una imposición burocrática cada vez más valorada entre los estudiantes. Bernal reconoce que esta situación no es aislada y que se da en la mayoría de las IES, las que además se caracterizan por no reconocer los conocimientos indígenas salvo como insumos para escritos académicos. En efecto, esto se enmarca en un sistema educativo que cada día incorpora con mayor fuerza la mirada empresarial, que no sólo excluye las visiones de los pueblos indígenas, sino de las mujeres y los afrodescendientes. Finalmente, la autora invita a todos a realizar un cuestionamiento “doloroso e inclusivo” sobre el proyecto de universidad que se quiere para Ecuador y el continente.
El segundo panel finalizó con la exposición de Graciela Bolaños, del CRIC, quien presentó la propuesta educativa de su organización y la experiencia de trabajo de la UAIIN. Bolaños destaca que el proyecto educativo autónomo del CRIC surge en la década de 1970 con la formación de maestros bilingües, como respuesta frente al proyecto educativo estatal “desintegrador” de las culturas indígenas de la región. Este proyecto se propaga con la creación de las escuelas experimentales bilingües, comunitarias e interculturales, con maestros provenientes de las propias comunidades, las que permitieron resignificar el espacio escolar. Bolaños señaló que la creación de la UAIIN obedeció a la necesidad de potenciar el proyecto social, político, económico y cultural de los diversos pueblos participantes del CRIC. La UAIIN recibe aportes estatales, pero la gestión se realiza con total autonomía y control de las comunidades pertenecientes al CRIC. Las carreras impartidas por la universidad son las siguientes: “licenciatura en pedagogía de las lenguas”, “derecho propio”, “medicina tradicional y educación médica” y “economía para el territorio”.
Tercer panel de experiencias regionales: Chile, Argentina y Guatemala
El último panel contó con la participación de la investigadora mapuche Jacqueline Caniguan, de la Universidad Católica de Temuco (UCT, Chile), Celia Ajú, investigadora maya de la Universidad Rafael Landivar (Guatemala) y de María Eugenia Mosquera, de la Universidad de Río Negro (Argentina).
Jacqueline Caniguan, de la UCT, reflexionó sobre la importancia de reconocer los roles y funciones especializados que existen en todas las sociedades indígenas, de la misma manera que en la sociedad hegemónica existen las denominadas ‘profesiones’. Para la investigadora, lo anterior es el punto de partida para debatir sobre el tipo de universidad y de formación que los estudiantes mapuche requieren, especialmente para quienes desean trabajar en sus comunidades y territorios. Además, Caniguan señaló que este debate ha sido tomado por diversos colectivos de estudiantes mapuche, quienes se encuentran discutiendo sobre el tipo de universidad e institucionalidad educativa que quieren proyectar para los requerimientos de la sociedad mapuche contemporánea.
Por su parte, Celia Ajú, de la Universidad Rafael Landivar, presentó la estrategia de apoyo de dicha universidad hacia los estudiantes indígenas, destacando el programa de becas EDUMAYA y el trabajo especializado del Instituto de Lingüística e Interculturalidad, en lo que respecta a la generación de metodologías y materiales didácticos, los que han favorecido la formación de estudiantes en educación intercultural bilingüe.
Finalmente, María Eugenia Mosquera de la Universidad del Río Negro presentó la experiencia del programa “Línea Sur” de apoyo a estudiantes indígenas y vulnerables, el que busca potenciar y legitimar el aporte de los más diversos actores al desarrollo y el conocimiento, atendiendo a las demandas y propuestas de grupos históricamente excluidos, ampliando herramientas y mejorando sus condiciones para hacer efectivo, a través de medidas focalizadas y políticas especiales el acceso a la educación superior.
Mesa de discusión: síntesis y desafíos
La última etapa del taller estuvo a cargo del antropólogo de la Universidad Católica de Temuco, Álvaro Bello, quien presentó una síntesis de las discusiones del taller, las que dieron paso a una mesa redonda integrada por Jorge Gasché, Marina Arratia, Gabriela Bernal y Andrés Andrango (Universidad Amawtay Wasi).
Álvaro Bello, de la UCT, destacó la diversidad de experiencias presentadas en el taller, las que a su juicio dan cuenta de las distintas formas de imaginar y articular a las comunidades indígenas con las IES y los organismos estatales, con diversas motivaciones y propósitos, y con distintos resultados e impactos. Para el investigador, los debates demuestran que los pueblos indígenas otorgan múltiples sentidos a la universidad: para algunos es un espacio para la formación de profesionales y la movilidad social, y para otros, es una institución que debe tener un mayor compromiso con sus proyectos societales.
Además, recalcó que el papel de las comunidades es central para el desarrollo de los proyectos que involucren a la universidad y los estudiantes indígenas. Actualmente existen un conjunto de proyectos educativos indígenas que deben ser sistematizados, reconocidos y legitimados para que perduren y se sobrepongan por sobre las perspectivas externas hegemónicas. Para Bello, reconocer estas experiencias no sólo fortalecerá el diálogo de saberes sino que contribuirá al proceso de descolonización. Lo anterior, debe iluminar la construcción de un enfoque de interculturalidad que realmente profundice en la realidad indígena, en las relaciones sociales, en la vida cotidiana y en los espacios de poder.
Posteriormente, Bello subrayó la necesidad de continuar con el debate sobre esta temática, ya que aún persisten algunas incertidumbres. Instó a seguir investigando para comprender con mayor claridad cuál es el papel de los derechos indígenas, de las organizaciones y de los/as líderes en el proceso de vinculación de las IES con sus territorios. En la misma línea, sugirió indagar en la tensión existente entre conocimientos y formas propias de educación indígena, con las lógicas de la universidad.
Finalmente, el investigador mencionó algunas interrogantes importantes de ser atendidas: ¿Para qué y qué pueden esperar los pueblos indígenas de las IES? ¿Qué condiciones deben existir para que se produzca una vinculación más colaborativa que conflictiva entre territorios indígenas e IES? ¿Cómo vincular lo indígena (el conocimiento, las categorías propias, así como las necesidades y demandas en el territorio) con las dinámicas y lógicas de la universidad, bajo el paradigma dominante?
Por su parte, Jorge Gasché recalcó que es posible la articulación entre conocimientos científicos e indígenas, pero para lograr aquello es importante cambiar el enfoque pedagógico, predominantemente acrítico. También, expresó que la interculturalidad en las universidades implica al menos que existan espacios que favorezcan la intercomprensión y la convivencia de largo aliento entre la comunidad académica y los territorios indígenas. En este sentido, propone como medida concreta que los docentes universitarios realicen una pasantía en las comunidades indígenas, como forma de incentivar la comprensión de los conocimientos tradicionales.
Gabriela Bernal, comentó que la relación entre los pueblos indígenas y los estados nacionales se expresa también en la tensión existente entre legitimidad y legalidad de las reivindicaciones de los primeros. Mientras los estados no contribuyan a resolver esta tensión, los sistemas educativos seguirán expandiendo una visión homogénea e unilateral de ver el mundo.
Marina Arratia expresó la necesidad de que todos los actores relacionados con el mundo de la IES y los pueblos indígenas sinceren sus agendas, invitando especialmente a comprender los anhelos de los jóvenes indígenas. Asimismo, expresó que los programas universitarios deben promover la descolonización mental de los estudiantes.
Reproduzido de ISEES . Inclusión Social y Equidad en la Educación Superior
20 jun 2012
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