Warisata,
la escuela ayllu
Opinión
EDUCACIÓN
La
revolución en la educación comenzó a darse en Bolivia con la recuperación
de nuestros valores.
Fernando
Huanacuni Mamani (*)
Dentro las páginas de nuestra
historia, Warisata es un hito muy importante porque planteó, a principios del
siglo XX, la denominada pedagogía de la vida. Esta pedagogía fue sistematizada
de la experiencia de instituciones ancestrales como el ayllu (comunidad), el
ayni (principio de complementariedad), mink’a (labor comunitaria) y ulaka
(consejo de ancianos) entre otros. La nueva ley educativa está inspirada en la
obra del Tata Avelino Siñani y Elizardo Pérez y es una nueva propuesta para el
campo de la educación.
Para comprender el espíritu de
Warisata es importante comprender todo el proceso histórico del movimiento
indígena originario en los Andes y los antecedentes que motivaron la fundación
de Warisata. Por ello debemos remontarnos a 1780 y hablar de los Katari: Julián
Apaza (Túpac Katari), con su esposa Bartolina Sisa, José Gabriel Condorcanqui
(Túpac Amaru) junto con su esposa Micaela Bastidas, Tomás Katari, Dámaso Katari
y Nicolás Katari, que cumplieron un papel muy importante en el horizonte de
recuperar nuestras tierras y poner un alto a los abusos del invasor.
Este proceso abarcó de 1780 a 1899, en
el que Katari y Amaru no fueron solamente nombres, sino estrategias. Katari en
aymara significa serpiente, al igual que Amaru en quechua. La estrategia de “la
serpiente que resplandece” y que consiste en envolver a través de los cercos.
La etapa Willka, que abarca de 1899 a 1930. Es una etapa de transición, y no
hablamos solamente de Pablo Zárate Willka, sino de Luciano Willka, Feliciano
Willka y otros willkas que se prepararon por entonces para ser parte de este
proceso. Willka es el denominativo para una persona sagrada, así como decimos
huaca o apu (lugar sagrado), para nombrar una persona sagrada decimos willka,
porque willka significa clarificado, consciente, sabio.
Recordemos que en 1899 estalló la
Guerra Federal entre sucrenses y paceños, enfrentamiento en el que Pablo Zárate
Willka tuvo una participación decisiva. En esos tiempos nuestras tierras
comunitarias estaban siendo usurpadas y vendidas y no solamente se vendían las
tierras, nos vendían a nosotros junto con ellas. Entonces el movimiento de
Pablo Zárate Willka se levanta para recuperar nuestro territorio, ayllu y casa
porque desde nuestra cosmovisión, si no tenemos casa ni comunidad, no tenemos
nada.
La lucha continuó pero con otra
estrategia, así en 1931 comienza la etapa wari. Wari en aymara significa la
fuerza interior, la fuerza subterránea. Avelino Siñani, Bernardo Cosme, Mariano
Ramos, Rufino Sosa, Mariano Huanca, Elizardo Pérez, Carlos Salazar Mostajo y
otras personas iniciaron la etapa wari, que inicia en 1931 y continúa hasta
hoy.
En la conformación de la palabra
Warisata, wari corresponde al período y sata que significa sembrar, denotan que
Warisata es la estrategia de sembrar y despertar la fuerza interior. Wari
significa también vicuña, uno de los animales más sabios con los que convive el
ser humano, por lo tanto Warisata también se entiende como el sembradío de la
sabiduría. Es por eso que Warisata fue la semilla para comenzar a recuperar
nuestra identidad; Warisata no fue solamente un proceso de enseñanza, de
alfabetización, de aprender el silabario. Se recuperó la identidad, se recuperó
el lenguaje de la vida, nuestra fuerza, nuestra dignidad.
El proceso de Warisata duró nueve
años; de 1931 a 1940, encabezado por Avelino Siñani y Elizardo Pérez. Pero esos
nueve años han sido el intento más importante de rescatar nuestra identidad y
nuestra cultura en el proceso de nuestra liberación. Sin Warisata tal vez hoy
nuestra memoria y lengua hubieran sido simplemente una referencia histórica.Elizardo
Pérez relata en su libro La escuela ayllu de Warisata, su
primer encuentro con Avelino Siñani en
1917, de quien cuenta que, a pesar de haber entendido muy poco o nada, porque
no hablaba aymara, estaba fascinado con su forma de enseñanza, que en palabras
del propio Pérez era “un ejemplo de las más altas virtudes humanas”.
Intelectuales de ese tiempo llegaron a
nuestro país para visitar y conocer Warisata. Su fama no solamente se expandió
en toda Bolivia, sino también más allá de sus fronteras hacia todo el
continente. De hecho en México ya estaban tomando la experiencia de Warisata
como un nuevo horizonte de pedagogía.
El aporte de Warisata fue plantear una
pedagogía integral, una pedagogía de la vida, una pedagogía de la conciencia.
Hasta el momento los cambios que se están comenzando a implementar en nuestra
educación, son importantes, pero no son suficientes; necesitamos ver cómo vamos
a hacer para salir del individualismo y entrar en la lógica comunitaria, ¿cómo
generamos lógicas de aprendizaje enseñanza comunitarios? Es una tarea no sólo
de unos cuantos sino de todos quienes soñamos también con una educación
diferente, de la vida y para la vida.
(*) Es aymara. Miembro de la Comunidad
Sariri.
Reproduzido
de Cambio/Bolivia
02
mar 2013
Mariano Ramos, Elizardo
Pérez y Avelino Siñani
Leia Também:
“La Escuela Ayllu de Warisata”, por Manuel Valdivia Rodríguez, em
Gaceta de Educación y Pedagogía, clicando aqui.
"Warisata, el modelo de Ayllu", em Katari, clicando aqui.
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