Por una crianza antiautoritaria de nuestras hijas e hijos
Una de las cosas que constantemente debiéramos discutir y reflexionar es entorno a la crianza de nuestros hijos e hijas en el caso de los que somos padres y madres (en realidad todxs!) ya que es de ahí de donde se construirán los contextos de las vidas futuras. El anarquismo poco ha querido explorar este mundo, existen criticas claro está a la crianza autoritaria llena de reglas y conductas moralistas que define la cultura del sistema de la dominación, pero poco ha planteado como alternativa a dicho repugnante intento de crianza que la sociedad ha impuesto como la normalidad. Y no es que quiera que los anarquistas entreguemos un manual de cómo criar a nuestros hijos, por el contrario, quiero que comencemos a impulsar con más fuerza y determinación la destrucción del actual manual autoritario que el sistema nos impone a las que somos madres y padres.
Muchos compañeros y compañeras afirman que el primer lugar en donde el sistema de la explotación busca perpetuar sus relaciones apáticas, conductas autoritarias y modelos de vida es en la escuela, yo no creo que sea el primer lugar, si bien comparto la creencia sobre está como una de las primeras cárceles diseñadas para entrenar (no enseñar) a los futuros esclavos obedientes que le den vida a la maquinaria mercantil, no dudo en pensar que en primera y más importante instancia el sistema ha buscado hacerse cargo a través de los padres en la crianza previa a la escuela como punto de inicio de los individuos. Por medio de la complicidad de las madres y los padres ha hecho de los niños seres sin crítica, sin la posibilidad de desarrollar la imaginación y creatividad desobediente propia de los niñas y niños, y por sobre todas las cosas se les ha vuelto seres dependientes de lo material, egoístas y sumisos. Es por ello que creo que con la misma energía que buscamos la educación antiautoritaria debemos iniciar el descubrimiento de la crianza antiautoritaria de nuestras hijas e hijos llevándola a la practica en nuestras propias vidas, no con animo de experimentar con nuestros hijos, sino con la voluntad de desarrollar relaciones solidarias, de amor y de igual a igual con esos seres que tanto amamos y que odiaríamos verles esclavos como involuntariamente podríamos estar ayudando.
Escrito por Amelia.
Publicado en El Amanecer, nº12, Septiembre 2012
Reproduzido de Periodico El Amanecer
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