La pedagogía critica y la recuperación de la utopía
“Si la educación pudiera hacerlo todo,
no habría razón para hablar acerca de sus limitaciones
Si la educación no pudiera hacer nada,
tampoco tendría mucho sentido hablar de sus limitaciones”.
Paulo Freire
Vivimos actualmente una época de descreimiento flexibilizado, utopía acorralada y escepticismo globalizado.
El nuevo orden mundial que garantiza tranquilidad y prosperidad material a una minoría en detrimento del resto de la población, naturaliza a partir del discurso neoconservador que la sustenta la opresión, la desigualdad y la explotación sin límites, bajo una nueva visión de la democracia basado en la imparcialidad y la meritocracia.
Frases como “se acabaron las ideologías y es el fin de la historia” nos recorren y atraviesan hasta lo más profundo de nuestro ser. Algunos opinarán que este discurso es producto del quiebre de la modernidad y el inicio de la posmodernidad, postura que sostiene la caída de los grandes ideales de progreso ordenado y racional, la ruptura de certezas, el cuestionamiento de identidades consolidadas, la crisis de todo tipo de autoridad, entre otras cuestiones. Otros dirán que estamos atravesando una época de neoliberalismo caracterizado por la competitividad, el individualismo y él sálvense quien pueda.
Distintos puntos de partida nos conducen al mismo punto de llegada: el fatalismo, la desesperanza y, lo que es más grave, a la resignación.
Frente a este panorama cabe preguntarse qué papel puede cumplir la educación, en general, y nosotros específicamente como educadores. La respuesta a este interrogante variará de acuerdo a nuestra manera de entender y conceptualizar la realidad, a nuestra visión conciente e inconsciente de hombre y sociedad".
Mónica Czerlowski
Leia o texto acima completo na página da Universidad Nacional de Lomas de Zamora, Facultad de Ciencias Sociales, Cátedra de Pedagogía, Argentina, clicando aqui.
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